Bunyola es un precioso pueblo de la Serra de Tramuntana, capital del municipio del mismo nombre. Pasear por las calles de Bunyola es una experiencia en sí misma.
Sus callejuelas empedradas, sus escalinatas, las pintorescas fachadas, las montañas de fondo... Todo en Bunyola invita a perderse y a desconectar por completo del bullicio de la capital de la isla, que curiosamente se encuentra a tan solo 30 minutos de distancia.
Hay ciertas estampas que no pueden faltar en tu paseo por Bunyola. Es el caso de la plaza del pueblo – Sa Plaça – un lugar lleno de vida en el que se ubican el Ayuntamiento, la Iglesia de San Mateo así como algunos de los bares y restaurantes de Bunyola.
Cada miércoles y sábado la plaza principal del pueblo se llena de puestos de agricultores y artesanos locales. En este mercado de Bunyola encontrarás todo tipo de productos autóctonos: fruta, verdura, aceite o artesanía.
En la parte alta del pueblo descubrirás los “pujadors de Bunyola”, unas escalinatas de piedra convertidas en patrimonio cultural del pueblo y que resultan perfectas para pasear y disfrutar de las vistas sobre el pueblo y sus tejados.
Si buscas las vistas más bonitas de todo el pueblo, nada mejor que dirigirse hasta el final de la calle de Orient y perder el aliento con la belleza del paisaje.
Por el pueblo de Bunyola pasa el conocido tren de Sóller, un antiguo ferrocarril de madera que recorre los pueblos con más encanto de la isla de Mallorca. Desde la pequeña estación de Bunyola podrás poner rumbo al pasado y recorrer la Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial de la Humanidad, en un tren de época.
A pocos minutos del centro de Bunyola descubrirás dos maravillosos jardines: Els Jardins d’Alfàbia y la Finca de Raixa. En ambos encontrarás un sinfín de encantadores rincones que no podrás dejar de fotografiar.
Un maravilloso conjunto de casas y jardines con un gran valor histórico que han sido recorridos por personajes tan ilustres como Isabel II.
En los Jardines de Alfàbia encontrarás palmeras, estanques con nenúfares, fuentes, pérgolas así como arquitectura de diferentes estilos –árabe, gótico, renacentista y barroco– perfectamente integrada en el paisaje.
Los mágicos jardines, su monumental escalinata, el gran estanque, las vistas panorámicas, su coqueto laberinto… Un recorrido por Raixa no se puede explicar con palabras.
También podrás visitar el interior de la posesión y descubrir cómo era la vida en Raixa siglos atrás: la almazara, el almacén de aceite, los establos, la casa de los amos…
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